martes, 27 de septiembre de 2011

La Biblioteca Nacional

Natalia Millán



Poco más allá de Agüero y Las Heras se recorta su figura discordante, el edificio se dibuja en el horizonte salido de otros tiempos, otros mundos. 
La veintena escucha atenta la voz melodiosa y burlona que con cierto sarcasmo va llevando la charla. Ríen, lloran, se inquietan con cada relato narrado.

La luz blanca iluminando las mesas nos reúne a todos en la discusión del día. Algunos argumentan, escuchan, otros sólo son capaces de mirarse a sí mismos.
Rulfo pasa corriendo en un páramo desolado, al tiempo que Onetti sigue atornillado y muerto de miedo en Florida, esperando a una María Eugenia que acaso nunca llegue.
Como venidos del río los personajes porteños se agolpan en la sala, fantasmales, traídos por los recuerdos de los barrios del sur de Buenos Aires. Clandestinos, subterráneos.

La ciudad deja los subsuelos y viene un rato arriba a contarnos sus historias para que las narremos.
Ha terminado la clase. Cada uno se sume en su vida cotidiana y nos vamos dispersando.
Los lunes se han convertido en un día plagado de magia, dónde las letras fluyen en encuentros detenidos en el tiempo.

7 comentarios:

  1. ¡Qué envidia!
    (sana si la hay... si no qué más da)

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  2. Te felicito, Natalia. Expresivo texto, y creo que cada uno de los que participamos del taller de Novela de Mario Golboff (en mi caso tuve que abandonar el taller por problemas familiares, pero trato de estar al tanto de todo lo que allí acontece) siente lo mismo que vos "La veintena escucha atenta la voz melodiosa y burlona que con cierto sarcasmo va llevando la charla. Ríen, lloran, se inquietan con cada relato narrado" este párrafo resume la esencia de lo que semana a semana acontece en el hermoso grupo de la Biblioteca Nacional. Nuevamente, felicitaciones.
    Analía

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  3. pusiste en palabras lo que yo siento cuando entre en el mundo del los lunes en la biblioteca. Al salir de allí vuelvo a mi mundo de todos los días pero muchísimo más rica. Yo sólo los escucho, yo no escribo, pero qué estimulante es lo que escucho y me enseña a leer que es lo que yo si hago.Clara reitburd

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  4. Gracias Ana! La verdad es que me quemaban los dedos por escribirlo, como si alguien me dictara y no fuera yo quien decidía... Ha sido un placer enorme descubrir ese espacio de aprendizaje y disfrute.

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  5. lo que escribís representa lo que siento cada lunes en la biblioteca!! Muy bueno!! Ivone

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  6. Raquel Dolores Fernández,30 de octubre de 2011, 8:38

    La mentira de las palabras, lo palabra de la mentira.¿Qué nos llevará a la dicha efímera de proferirlas, que nos alimenta todos los días?
    Qué necesidad imperiosa,qué misterio sublime nos aúna, una y mil tardes a la hora de abrevar los recónditos decires de tantos que están en la misma senda, en el mismo surco que siembra la esperanza de romper la soledad,de compartir un ansia,una alegría...
    Muy bueno lo tuyo, Natalia
    Raquel Fernández.

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